Guillermo Ibarretxe en el Rallye de Zalla

El sábado fue un gran dia, por fin y después de 5 meses, la nueva montura de asfalto salía a competir. De una forma precaria y sin tener toda la seguridad de que aguantaría (nunca nos gusta reutilizar piezas "tocadas" de averías anteriores, pero esta vez no había más remedio) nos inscribimos en la prueba encartada.
El coche estaba probado y parecía que todo iba bien, pero como hasta ahora no se había estrenado, pues no sabíamos cómo iría. Nos tomaríamos la prueba como un día en el circuito de Miranda de tests.
El viernes fuimos a verificar el coche sin problemas y el sábado pronto por la mañana montamos la asistencia en Villasana de Mena y partimos hacia la ceremonia de salida en la localidad de Zalla. Después de un corto reapriete en una asistencia en el citado municipio nos aventuramos al mítico tramo de Peña Angulo con más nervios que ganas por ser el primer tramo de verdad, los de casa no cuentan.
Ya en el enlace el coche empezó a "escupirnos" la segunda marcha, cosa que nos había hecho un par de veces ya probando por casa, pero no le dimos más importancia y pensábamos que sería tema del reenvio por cable, pero la cosa iba a más. Ésto se corroboró en el tramo ya que no se sujetaba la segunda ni con la mano, asi que decidimos no forzar y correr sin usar la citada marcha todo el día. La primera pasada fue un poco rara, muy despacio tanteando el coche, sin segunda y con una suspensión excesivamente dura que hacía el coche inconducible. Dimos la segunda pasada al mismo tramo con la misma pena y sin gloria ya que se nos soltó un reenvio y tuvimos que hacer más de medio tramo solo con la quinta marcha, hasta llegar a la asistencia.
En la asistencia comprobamos que la suspensíon trasera estaba en la posición más dura de las 70 que tiene de regulación, cosa que justificaba los botes y sujetamos el cable del reenvio para que no se volviera a soltar y aguantara el selector de la caja.
Partimos hacia el tramo del pantano de Ordunte y el coche era otro, seguíamos sin segunda, pero ahora la suspensión hacía bien su trabajo, no botaba y nos fuimos animando. Cada vez ibamos más rápido, cada vez frenábamos más tarde pero se acabó el rally después de 3 pasadas por este tramo rebajando cada pasada los cronos.
Nos faltaron más tramos para seguir probando el coche hasta poder llegar a llevarlo lo rápido que puede ir, pero se intentará en la siguiente carrera.
Ahora en verano revisión de la caja para solucionar la segunda velocidad y en septiembre seguiremos con las pruebas de asfalto. Creemos que el coche puede dar mucho de sí y a ver como podemos ir llegando a su límite poco a poco.
Este domingo por la mañana se disputa el slalom de tierra de Mungia en el que tomaremos parte con la nueva montura de tierra, otro seat ibiza 2.0 16v, no tan evolucionado como el coche oficial de asfalto pero que esperamos que vaya bien; nos servirá de test para el Rallysprint de Tierra de San Asensio del día 24, ya os contaremos cómo nos va de nuevo por tierras Riojanas.
Un saludo.